FRANCISCO, EL PAPA DEL PUEBLO: UNA VIDA DE FE, HUMILDAD Y ESPERANZA
Este 21 de abril, el mundo despide al Papa Francisco, el pastor humilde que tocó millones de corazones con su fe, su ternura y su compromiso con los más necesitados.
Por: Camila Figueroa
Jorge Mario Bergoglio, más conocido como el Papa Francisco, nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina. Reconocido por ser el primer papa latinoamericano y jesuita en ocupar este cargo. Hijo de inmigrantes piamonteses: su padre, Mario, era contador, empleado en el ferrocarril, mientras que su madre, Regina Sivori, se ocupaba de la casa y de la educación de sus hermanos junto a él.
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El Papa Francisco se graduó como técnico químico y después escogió dedicarse al sacerdocio, entrando en el seminario Diocesano de Villa Devoto. El 11 de marzo de 1958, ingresó en el noviciado de la Sociedad de Jesús. Luego, estudió humanidades y fue docente de literatura y psicología en Santa Fe y Buenos Aires.
El 13 de diciembre de 1969 recibió la ordenación sacerdotal de manos del Arzobispo de aquel entonces. Prosiguió la preparación en la Compañía de 1970 a 1971 en Alcalá de Henares (España), y el 22 de abril de 1973 emitió la profesión perpetua. De nuevo en Argentina, fue maestro de novicios en Villa Barilari en San Miguel, profesor en la facultad de teología, consultor de la provincia de la Compañía de Jesús y también rector del Colegio.
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El cardenal Antonio Quarracino es quien le llama como su estrecho colaborador en Buenos Aires. Así, el 20 de mayo de 1992, el Papa San Juan Pablo II le nombró obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio recibió en la catedral la ordenación episcopal de manos del purpurado. Como lema elige “Miserando atque eligendo” y en el escudo incluye el cristograma IHS, símbolo de la Compañía de Jesús.
En 1998, Bergoglio ascendió a Arzobispo, primado y ordinario para los fieles de rito oriental de Argentina. Tres años más tarde, el Papa San Juan Pablo II lo nombró cardenal, asignándole el título de San Roberto Bellarmino.
El 13 de marzo de 2013, fue elegido sumo pontífice tras la renuncia del Papa Benedicto XVI. Escribió cuatro encíclicas, Lumen Fidei (29 de junio de 2013), Laudato si’ (24 de mayo de 2015), Fratelli tutti (3 de octubre de 2020) y Dilexit nos (24 de octubre de 2024). Además, conocido como el Papa peregrino, visitó 66 países, entre ellos Colombia.
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En 2017, el Papa Francisco recorrió Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena en una gira pastoral de cuatro días marcada por mensajes de reconciliación y esperanza. Durante su paso por Bogotá le entregaron las llaves de la ciudad. En Villavicencio, beatificó a dos mártires y presidió un acto por la reconciliación. En Medellín, ofició una misa ante más de 1,3 millones de personas y conmovió al país al abrazar a una mujer víctima de un ataque con ácido. En Cartagena, bendijo nuevas viviendas y, pese a sufrir una herida en el rostro por un accidente, finalizó su visita con una misa en la terminal marítima.
Su papado se caracterizó por ser uno de los que más cerca estuvo de los jóvenes, tanto así, que en su visita a Colombia les encomendó una tarea importante “Ustedes pueden enseñar a los grandes que la cultura del encuentro no es pensar, vivir o reaccionar todos del mismo modo. La cultura del encuentro es saber que más allá de nuestras diferencias somos todos parte de algo grande que nos une y nos trasciende. Ayúdenos a entrar a los grandes en esta cultura del encuentro que ustedes practican tan bien”. Y este mensaje sigue resonando hasta el día de hoy en los jóvenes.
El Papa Francisco, también es recordado por el valor que dejó de cuidar la casa común, como lo dice en su Carta Encíclica Laudato si’ es “un principio universal que implica no solo a los fieles cristianos, sino a toda persona de buena voluntad que se preocupe por la protección del medio ambiente”. hace un llamado a cuidar la naturaleza, a usar todo conocimiento científico en pro del planeta.
Además de su vida como sacerdote, era gran fan del fútbol, hincha de su equipo San Lorenzo, club con el cual tuvo varias anécdotas. De hecho, el 13 de marzo de 1988, día del debut de ‘el Coco’ Basile como técnico del club. El entonces presidente Fernando Miele le comentó que afuera del vestuario se encontraba un cura que solía saludar a los jugadores antes de cada partido. Basile, enfocado en evitar distracciones, pidió que lo retiraran. Años después, en abril de 2013, Miele se encontró a Basile en un restaurante y le reveló que el nuevo Papa era Bergoglio, el que había sacado del vestuario de San Lorenzo
El Papa Francisco es recordado con profundo cariño por haber sido mucho más que el primer pontífice latinoamericano y jesuita, fue un pastor del pueblo, un hombre sencillo que hablaba con el corazón. Desde el primer día, eligió caminar junto a la gente, mirar a los ojos, abrazar al que sufre y recordarnos que la fe se vive en lo cotidiano. Al llamarse Francisco, inspirado en San Francisco de Asís, dejó claro su compromiso con los pobres, la justicia y la humildad. Su voz se alzó por los que no tienen voz, y su ejemplo fue un faro en tiempos de confusión. Fue un puente entre la Iglesia y el mundo, entre lo divino y lo humano.
Más allá de los grandes discursos, se le recuerda por sus gestos, besar a un enfermo, reír con un niño, rezar en silencio por la paz y hasta jugar con los animales. Su vida fue testimonio de un amor sencillo, desbordante y real. Nos habló del perdón, de la misericordia y del valor de cuidar la casa común, con palabras que tocaron el alma.
Este lunes 21 de abril del 2025, siempre será recordado como el día que el Santísimo Papa Francisco volvió a la casa de Dios y nos dejó un legado que debemos llevar con amor y responsabilidad.
Imagen/Diócesis de Engativá