La oración
“La oración es un ejercicio de pasión; no de indiferencia” — R.C. Sproul.
Oración de hoy sábado 15 de marzo del 2025

Oración de la mañana
Buen día mi Señor y mi Dios, estoy aquí al inicio de esta mañana Sabatina, reconociendo lo importante que eres para mi vida, eres indispensable, Dios, porque eres mi fuerza y mi motor interior para salir adelante todos los días. Te alabo porque siempre estás a mi lado cuando te necesito, permanece siempre fiel, escuchando mis súplicas y obrando con poder en mi vida. Señor, sigue dándome ganas de Ti, motívame para buscarte con anhelo. Quiero que hoy, Señor, seas mi único deseo, que todo el día desee estar en tu Presencia, en medio de las acciones de este día quiero darte Gloria a Ti, donde vaya quiero tener tu presencia y tu AMOR. Estoy seguro de que cuento con tus bendicion y con tu ayuda. Amén, Amén y Amén.
DP. Héctor Joaquín Ayala Hurtado

“Vuestro Padre celestial, hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos”
Señor, hoy te necesito más que nunca. Lo que me dices en el evangelio de hoy es para mí “un duro hueso de roer”. Me pides no sólo que perdone a mis enemigos, sino que los ame y rece por ellos. ¿No es esto algo antinatural? Yo sé que, por mis propias fuerzas, no puedo cumplirlo. Te pido que me ayudes, que me des tu gracia, que me eches una mano o mejor, las dos. Sé que sin Ti no puedo hacer nada.
Palabra del Papa
“Jesús nos dice dos cosas: primero, mirar al Padre. Nuestro Padre es Dios: hace salir el sol sobre malos y buenos; hace llover sobre justos e injustos. Su amor es para todos. Y Jesús concluye con este consejo: “Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial”. Por lo tanto, la indicación de Jesús consiste en imitar al Padre en la perfección del amor. Él perdona a sus enemigos. Hace todo por perdonarles. Pensemos en la ternura con la que Jesús recibe a Judas en el huerto de los Olivos, cuando entre los discípulos se pensaba en la venganza. Jesús nos pide amar a los enemigos. ¿Cómo se puede hacer? Jesús nos dice: rezad, rezad por vuestros enemigos. La oración hace milagros; y esto vale no sólo cuando tenemos enemigos; sino también cuando percibimos alguna antipatía, alguna pequeña enemistad. Es cierto: el amor a los enemigos nos empobrece, nos hace pobres, como Jesús, quien, cuando vino, se abajó hasta hacerse pobre. Tal vez no es un «buen negocio, o al menos no lo es según la lógica del mundo. Sin embargo, es el camino que recorrió Dios, el camino que recorrió Jesús hasta conquistarnos la gracia que nos ha hecho ricos.” (Cf Homilía de S.S. Francisco, 21 de junio de 2013, en Santa Marta).
Qué me dice este texto hoy a mí. (Guardo silencio)
Propósito. Hoy traeré a mi oración a aquellas personas con quienes me siento más distante.
Dios me ha hablado hoy a través de su Palabra. Y ahora yo le respondo con mi oración.
Yo hoy quiero darte gracias por tus exigencias. Ellas me llevan a descubrir mejor la anchura y profundidad del corazón de Dios. Ellas me llevan a descubrir en la oración una fuerza especial.
Las exigencias cumplidas me hablan del “milagro del corazón”. Ese milagro consiste en poder amar a mis propios enemigos. Ese milagro me lleva a hacer visible al Invisible.
DP. Julio César Cabrera Ocaña

Sean perfectos como su padre celestial
San Clemente María Hofbauer, Presbítero
Señor Jesús, gracias por el don de la vida que hoy me regalas. Tuyo soy, quiero cumplir tu voluntad en cada momento de mi vida. Conozco bien que soy una creatura de barro. Por eso vengo a ponerme delante de Ti, para que seas Tú quien me indiques, qué es lo que quieres de mí. Yo soy capaz de hacer grandes y heroicas promesas, pero necesito que llenes mi corazón de amor para poder darte con totalidad mi vida.
Tú, Señor, me conoces mejor que yo mismo. Ayúdame a confiar en tu plan para que yo crezca y madure en la fe para tu servicio.
Señor, ayúdame a confiar en Ti sin límites.
Virgen María, Tú que supiste poner en primer lugar el querer de Dios antes que tus propios intereses, enséñame a decir como Tú: “Hágase en mí, según tu Palabra”.
Señor, ¿Qué quieres hoy de mí?